Una lágrima cayendo de tus ojos recorre el profundo canal que alguna vez dejaron sus besos en tu piel. La noche tambien se vino profunda. Y tus lágrimas, el recuerdo y la tibieza que alguna vez sentiste abrazar tu corazón se funden profundamente con ese bloque de cemento hecho de sonidos que escupe el trasmisor. Cerras los ojos y respiras. La lágrima ya no está. El recuerdo, la tibieza y le bloque tampoco. Solamente el sonido. Something to believe in. Bienvenidos.
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Welcome to blogosfera, amiguito!
ResponderEliminarThank you and Mister Lagarto por alentarme y por el bautismo de fuego!!!!
ResponderEliminarLet it rock, felas!